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Cartas a mi misma

Actualizado: 16 dic 2020

Estoy en el avión, cruzando el Océano Atlántico. En cuatro horas estaré llegando a Londres. Trato de dormir otra siesta, pero no puedo.

Abro la notebook y encuentro allí una carta que me escribí a mi misma, hace más de 6 meses.

Recordaba que la tenía, pero hoy entiendo que no había mejor momento ni lugar para leerla que este. Se me llenan los ojos de lágrimas. Soy yo misma, hablándome a través del tiempo.

La carta dice así:

“Quizás no sea tan sencillo. Puede que haya días donde te sientas que estás loca, que todo esto es una pavada, una cosa de niños, que en el mundo adulto esto es de irresponsable.

¿Pero… realmente te limitarías a no haberlo intentado nunca? Realmente te hubieras quedado en casa, con ese trabajo cómodo, donde ganabas bien, mes a mes, ¿y obviamente gastabas mucho más de lo que realmente necesitabas?

¿Te hubieras quedado atendiendo al público, contestando las mismas preguntas todos los días? Esos momentos donde no había gente, te hubieras quedado tirada en ese sillón, ¿viendo películas y comiendo harinas?

Los momentos donde habría gente, crees que hubieras disfrutado del trabajo que estabas haciendo, ¿pensando en lo mucho que estabas haciendo por contribuir al mundo y sobre todo a tu propia vida?

Sé sincera. ¡No Pau! Ya no daba quedarse ahí. Haciendo lo mismo todos los días, cada hora, cada día.

Ya no había más nada ahí para vos y no había más nada de vos para ese lugar.

Era el mejor momento para la decisión que tomaste.

Y más allá de la situación que estés atravesando en este momento. Sea buena o sea mala. Pensá que es temporal.

Como toda esta semana que transcurrió en Bariloche.

El lunes Nati, la primera persona con la que hablaste cuando llegaste a este lugar, partió rumbo a Barcelona, en busca de sus sueños y la alegría que sentiste por la decisión de tu amiga.

El martes, te fuiste convencida con que ibas a conseguir ese bendito papel, para que le hagan la verificación policial al auto y así poder venderlo y lo conseguiste. Recordá los rezos de tu abuela, a San Cristóbal, pero también recordá tu actitud al levantarte ese día, convencida de que lo conseguirías.

El miércoles se fue Sabri, volviendo a Uruguay. Sumado a eso, vendiste tu auto. Tu primer auto. Eso sí, fue SOLTAR en su máxima expresión. Era lo más complicado de vender y terminó resultando mucho mejor de lo que esperabas, todo cerró tan perfecto. Tu pedido a San Expedito fue una gran demostración de que la FÉ, todo lo puede, más allá del nombre que le pongamos.

El jueves le pediste al Universo que te mandara a alguien conocido para que te lleve al aeropuerto, después de haber perdido el único micro que podía llegarte y así fue. Te escuchó y en menos de diez minutos, apareció la divina de Juli para llevarte sin demoras.

Seguramente la semana que estés pasando sea mas o menos intensa como esta que viviste en Bariloche, y es por eso por lo que hoy solo quiero recordarte lo siguiente y lo más importante de lo aprendido en estos días:

¡Luchá por lo que querés!

Nadie puede hacerlo por vos.

Y cuando te hablo de LUCHA, te hablo de la interna.

Te hablo de tu cabeza, te hablo de tu mente cuando en vez de tu mejor aliada, se transforma en tu peor enemiga.

LUCHÁ contra todos esos fantasmas del miedo, que te dicen que no podes y deciles:

“¡¡¡SÍ, SÍ PUEDO”!!!

Recordá hoy, todos aquellos momentos en los que creías que no ibas a lograrlo y una vez superado el terror, de a poquito y con mucha firmeza y seguridad en vos misma, lo lograste, lo hiciste, llegaste a donde querías.

¡La fuerza está en vos! En nadie más. En tu actitud ante la vida. En tu convicción. En tu SER. Todo dentro tuyo.

Entonces, no temas. Solo revisa que es lo que tenes que aprender en este proceso.

Y cuando lo entiendas. Cuando esa revelación aparezca frente a tus ojos, entiendas que fue lo que pasó y porque pasó cada cosa. Sonreí. Llora y agradece. Porque estas viva. Porque seguís aprendiendo.

Luego pedí. Pedí con fuerza. Pedí con FÉ. Ponele el nombre que quieras y acudí a quien creas que va a darte las herramientas para que alcances lo que necesites en ese momento.

RECIBÍ. No va a tardar mucho en abrirse esa puerta que necesites. No para vos. El tiempo que tarde, es sin lugar a duda el justo y necesario. Ni más, ni menos.

El tiempo, es el que tiene que ser. Ni antes, ni después.

Y Finalmente AGRADECÉ. Agradecé con todo el amor del mundo todo lo que recibas. Porque de eso se trata. De AGRADECER con el alma y con el corazón; porque al fin de cuentas, solo alcanzamos la paz y la felicidad; solo podemos acceder a ese estado de GRACIA y de verdadera plenitud, cuando lo que sentimos por dentro es GRATITUD.

Un consejo más: No seas tan dura con vos misma y procura DIVERTIRTE, es la mejor manera de registrar esto, de aquí a la eternidad.

Te amo.

Pau.

Bariloche. Abril 2019

Las semanas que pasé en Argentina, desde el 3 de septiembre hasta hoy, fueron una montaña rusa de sensaciones que no dejo de enseñarme y mostrarme lo verdaderamente importante.

Estoy rumbo a Suecia, viajo liviana de alma y espíritu habiendo sido mi país y los lugares que fueron mi hogar, los mejores para continuar ese viaje que emprendí el 9 de Junio de este año, más ordenada, con los pies un poquito mas en Tierra, pero sin dejar de mirar ese cielo que no deja de sorprenderme con toda su magia.

Hace unos días, volví a encontrar el EQUILIBRIO.

Ese punto 0 entre lo que soñamos y lo que vivimos. Entre lo que SOMOS, FUIMOS y SEREMOS

Amigados con nuestro pasado, confiando en el futuro y amando nuestro PRESENTE.

Hoy vuelvo a partir. Pero mirando el mundo con otros ojos. Sin prisa. Con mucha más calma.

Confiando. En el Universo. En mí.

La VIDA es todo un viaje en sí misma. Teorías y modelos de VIVIRLA, hay infinidad como guías de Lonely Planets por cada rincón del mundo, pero el real viaje es el de uno y ese solo comienza cuando partimos.

No importa cuantas veces tengamos que perdernos, ni cuantas tengamos que revisar el mapa del camino andado, para ver en que parte nos desviamos. Lo importante es tomarnos el tiempo para aprender del recorrido y nunca detenernos.

Como esa semana de la carta, en estos días volví a RECORDAR:

Lo lindo que es ir tras los SUEÑOS de viaje, aventurándose a lo desconocido.

Que la FE mueve montañas, pero la CONFIANZA en uno es la clave para que no haya imposibles.

Lo necesario que es volver a nuestros ORÍGENES, para ordenarse y rearmarse, las veces que sean necesarias.

Lo liberador que es cerrar ciclos con amor y que para poder recibir lo nuevo, si o si hay que SOLTAR lo viejo.

Lo mágico y lo poderosa que es la LEY DE LA ATRACCIÓN.

Que es necesario aprender a vivir en soledad, pero que no hay manera, de que en esta hermosa experiencia terrenal podamos APRENDER Y EVOLUCIONAR sin la presencia de los demás. Nuestro SER, necesita de otros SERES. Sin ellos, la vida seguramente muchas veces sea menos dolorosa, pero también sería mas aburrida y vacía que cuando la llenamos de pluralidad de historias, pensamientos y visiones.

Y sobre todo que desde la teoría podemos entender y hablar mucho de la VIDA, pero solo aprenderemos cuando decidamos ir a la práctica y empezamos a VIVIRLA.

Con amor.

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