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Viajar ¿SOLA?, ¿Yo? Siempre... (Parte II)

Actualizado: 30 jun 2021

De Buenos Aires a Madrid; de Madrid a Milano, Venecia, Verona, Firenze, Riomaggiore, Pisa, ROMA, Sorrento, Capri, Amalfi, Ravello, Positano, Napoli y Pompeya; en Bélgica, Bruselas, Gante y Brujas; Amsterdam y Rotterdam; Paris; Londres y en Alemania, Isny im Allgäu, Kempten , Leutkirch, Immenstadt, Schwangau y Lindau.

Aviones, trenes, buses y sus pies fueron testigos de Romi en la mejor versión de sí misma. Romi viajando, Romi viviendo.

"Estuve un mes recorriendo Italia, algo que no me arrepiento en absoluto, y a la pregunta que todo viajero le hace a otro ¿cuantos días en tal o cual ciudad? entendí que la respuesta, la tiene cada uno. Nadie tiene la cantidad exacta.

Cada uno sabe cuánto le gusta caminar por día, si prefiere museos o ver atardeceres. Si quedarse 3 horas almorzando o comer de parado mientras va de un lado de la ciudad a otro.

Los grupos en las redes sociales son excelentes, y hasta te ayudan con información acerca de los medios de transportes más adecuados para llegar de un lado a otro; son la guía adecuada para armar nuestro viaje, pero siempre la última decisión debe ser la nuestra.

Me pasó con Cinqueterre, pequeña región compuesta por 5 pueblos dentro de un parque nacional, que muchos me decían que en un día podía hacerlo. Yo triplique esa cantidad. Descanse en la playa, mire atardeceres, conocí personas lindas y caminé por los hermosos senderos que unen desde tiempos antiguos todas esas regiones".

Luego de los quince días, dejamos de estar de vacaciones, para pasar a estar de VIAJE.

Nuestra cabeza cambia, comenzamos a movernos más como locales, para poder ahorrar en lo que es alojamiento, transporte y comida, pero seguimos admirando el mundo, como TURISTAS asombrados.

Eso no nos deja exentos de nada. Ni de lo bueno, ni de lo malo.

Pero lo lindo de estar de viaje, es que cada día se vive como ÚNICO. Ninguno es igual al anterior.

Ampliamos nuestra visión del mundo, de los otros y de nosotros mismos.

"Estando en Sorrento, me robaron dentro del hostel donde estaba hospedada. Se llevaron mi pasaporte, mis tarjetas de crédito, entre otras cosas importantísimas. Afortunadamente, al otro día tuve mi pasaporte de nuevo y así pude seguir viaje, aunque tuve que manejarme con el poco efectivo que me había quedado en el bolso. Quizás en otro momento, esa situación me hubiera asustado, preocupado, deprimido o seguramente hubiera pensando en volver, pero a diferencia de todo lo que creí que hubiera hecho, me dije a mi misma que eso no me iba a arruinar el viaje. Seguí y seguí feliz; disfrutando. Al fin y al cabo, lo realmente importante era donde estaba y lo que estaba viviendo.

El mismo día que me robaron, argentinos que había conocido hacía tan solo 3 días, me ofrecieron dinero, sus tarjetas o lo que necesitara".

Esas situaciones nos llevan a descubrir que fuera del lugar del mundo donde estemos, siempre va a haber gente dispuesta a ayudarnos.

"Elegí quedarme con eso; con la ayuda desinteresada de todos los que hicieron que mi viaje fuera inolvidable.

La última semana de mi viaje la pase en la casa de la mejor amiga de mi tía en Isny Allgäu, una ciudad de Alemania lindera con la frontera de Suiza y Austria.

Fue una semana hermosa, con mucho calor de hogar, viviendo en un pueblo alemán con una familia italiana y una huésped que hablaba español, esa mezcla hacía un interesante desquiso. Me recibieron con mucho amor, los chicos no me conocían y ella, Marita, hacia 20 años que no me veía. Pero me hicieron sentir como en casa. Fue un final de viaje perfecto. No me quería volver".

Lugares nuevos, el idioma de extranjeros ya no nos llama la atención, nuestra economía se adapta a la nueva moneda, nuevas comidas se hacen habitúes de nuestro paladar, gente que no conocemos que se vuelven nuestros mejores amigos y hasta nuestra familia por varios días, y por sobre todo valoramos nuestra propia compañía más de lo que hacemos en casa.

Cuando ya nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro corazón se están acostumbrando a eso, comienza otra vez la cuenta regresiva.

Es tiempo de volver a casa.

“El día de la partida, nuevamente en Madrid, solo pensaba en mi llegada. Llegaba de madrugada, así que mi mamá me dijo que solo iba ella con mi papá a buscarme al aeropuerto; para mi sorpresa, también estaban fueron mis sobrinas a recibirme. Fue un regreso muy emocionante.

Podría decir que Romina llegó físicamente un 28 de septiembre luego de 52 días de viaje.

Mi mente llegó mucho tiempo después, más de un mes tarde en caer a la realidad. Estaba en el limbo.

Me había acostumbrado a todos los días hacer cosas diferentes, ver cosas diferentes, sorprenderme por algo, emocionarme por el lugar que estaba conociendo o escuchar la historia de alguien. Fue difícil volver a la rutina del trabajo y las demás obligaciones.

Con el tiempo mentalmente volví y mi cabeza ya está pensando en mi próximo viaje”.

Para finalizar, les dejo estas palabras de Romi que hablan de lo mejor que nos puede dejar cada viaje. Un nuevo tesoro, guardado en el alma.

"El viaje te cambia todo; como pensás, como vivís, que cosas son importantes para tu vida y que no.

Se trata de un viaje por el mundo y por tu mundo interior también.

Tenés tiempo para vos y todo lo que quieras hacer. Es realmente increíble.

Hay que animarse. Merecemos conocer el mundo y el mundo merece conocernos a nosotros. Ningún miedo debería detenernos y, si bien es una frase muy usada, los SUEÑOS deben cumplirse.

Tenemos que escuchar a nuestro corazón si realmente anhelamos un viaje , hay que buscar todas las formas posibles para concretarlo.

En cuanto a viajar sola, siempre hay alguien a quien abrazar y solo estás solo si así lo decidís.

Los sueños deben ser más grandes que nuestros miedos para avanzar y no quedarnos quietos en el mismo lugar siempre.

Cada uno debe escucharse, sentirse y ser fiel a eso; si así lo hacemos, no podemos equivocarnos.

Viajar te sana, te hace madurar, hace que concretes sueños y al mismo tiempo provoca que crees y proyectes nuevos.

Viajar te saca los miedos y maximiza tu curiosidad; te permite conocer, culturas, costumbres, lenguas diferentes.

Viajar te hace conocer muchas personas, pero por sobre todo, te permite conocerte a vos".

Descubrí que el mundo hay que conocerlo, y él tiene que conocerte a vos ✈ ♥

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