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Manuel C.

Foto del escritor: Paüli Farias ♡Paüli Farias ♡

Actualizado: 30 jun 2021


"Los superheroes existen, todos, dentro de cada uno de nosotros". Manuel C.

Conocí a Manu en Konna, mi bar favorito de Bariloche. Era una tarde de domingo de verano, de las que se extrañan durante todo el invierno. Las mesitas afuera, sobre la calle Juramento, y él ahí, atendiendo las mesas con su boina, sus lentes de sol y sus alpargatas.

La primera impresión fue claramente de seres prejuiciosos... "Uruguayo cancherito, que se cree? "

No pasó mucho tiempo hasta que esa impresión quedó totalmente descartada y pasó a ser uno de los seres más especiales que conocí en esta hermosa ciudad.

Proveniente de Canelones, Uruguay, este muchachito de 26 años, conquistó el corazón de todos los que tuvimos la suerte de conocerlo. No era raro encontrárselo, por las calles del centro, con su termo bajo el brazo y su mate en mano, con ""...montañita de yerba para que no se lave rápido...

Escuchando su historia más de una vez, me di cuenta de que hasta los seres más alegres, pudieron haber tenido un pasado no tan lindo, pero lo importante radica en cada uno, en nuestra voluntad de cambio.

Como dice la frase de Confucio "... todos tenemos dos vidas. La segunda empieza cuando nos damos cuenta de que tenemos solamente una...".

Manu no era la excepción. Pero a diferencia de muchas personas que uno conoce, él cuando hablaba de su pasado, nunca se refirió como algo que quisiera olvidar o borrar. Todo lo contrario. Su pasado estaba ahí para recordarle que de cada cosa en la vida hay dos maneras de actuar. Bien o mal. El buen y el mal camino. El de los excesos o el de actuar con responsabilidad de cada acto de nuestra existencia y que el mejor momento, es el PRESENTE, sin lugar a dudas. Así, como es. Perfecto, como tal.

Puede haber momentos donde experimentemos sensaciones increíbles y otros que quisiéramos no volver a repetirlos jamás, pero de todos lo que mejor podemos hacer es APRENDER.

Acá va una partecita de su historia...

"...a mis 14 años perdí a un amigo de mi edad en un accidente y, tras no poder entender el porqué de su muerte perdí la FE. La Fe en Dios y la Fe en la Vida..”

Fue a partir de ese momento, donde para Manu, la vida empezó a ser injusta.

"...empezó la época de las salidas, sexo y alcohol en desmedida total. Empezaron las peleas, comencé a toparme con “injusticias” y hacía “justicia” por mano propia.

A los 20 años trabajaba en la empresa familiar. Si bien no estaba nada conforme con eso, a cargo de su padre y su hermano, como a muchos de nosotros, le quedaba cómodo el hecho de no tener que tomar ningún tipo de decisión: “… yo seguía ordenes, que importaba si el fin de semana tenia la camioneta y mis pesos para derrochar ego y grandezas. ...”

“…la vida nos llena de señales y el cuerpo nos habla en todo momento. Yo no paraba de exigirlo. Todo los años tenía una enfermedad que me tenía unos cuantos días en cama, era como el cuerpo me decía a gritos….loco, PARA! ! o te paro! ”

El 12 de febrero de 2012, fecha que no olvidara jamás, enfermó. “Primero comencé con fiebre muy alta, al punto de alucinar. Al otro día, seguía con el mismo síntoma. Dos días más tarde me internaron y fue ahí cuando supe acerca de la Leptospirosis. Se trata de una enfermedad que no tiene tratamiento. Ataca al organismo entre 8 a 10 días, el mismo solo debe soportarlo.

El cuadro empezó a empeorar cada vez más. La fiebre volvía cada hora. El dolor muscular no se soportaba. El ánimo ya ni se hacía notar y mi cabeza estaba a puntos de explotar tras una meningitis provocada por la misma Leptospirosis.

Punción lumbar de urgencia. Extraen líquido de la médula espinal. Yo, en partes pestañeaba y lo que me parecía minutos, eran horas.

Ya había tenido la experiencia de ver personas sin vida, y sus ojos quedan sin brillo, apagados. Yo ese día parado frente a ese espejo me vi los “ojos de muerto” como los denominada. Me dormí sin saber si despertaría…”

Ese primer encuentro con la muerte, lo llevó a preguntarse:

“…que me hubiera llevado si pasaba? Y la respuesta era clara! NADA…”

Estaba súper decidido a emprender mi camino, esto tenía como primer paso dejar la empresa familiar.

Las barreras mentales que nos formamos son tan fuertes, que tras haber sobrevivido a tal episodio 3 meses mas tarde su vida estaba exactamente igual.

“…así fue como en diciembre de ese mismo año la vida me volvió a abofetear y tuve otra Leptospirosis. Si, dos Leptospirosis en un año…”

"En ese momento conocí a una persona muy especial, juntos y con su apoyo deje la empresa familiar.

A los 3 días estaba sin plata, en la casa de mi pareja con la cual llevaba solo 4 meses y sin trabajo. Pero sentía un alivio inexplicable.

A menos de un mes me encontraba sentado en la calle, con varias perchas colgadas en los arboles, ventanas y percheros en la puerta de la casa.

Nuevo negocio, feria americana.

Patada directa a mi ego.

De la camioneta y los grandes negocios a la vereda de la casa y la ropa usada.

No se realmente que sentía pero estaba tranquilo.

Unos cuantos meses después apareció el trabajo esperado, nuevamente relacionado con los negocios rurales, era mi palo para eso servía.

Me separe. Fue una relación muy hermosa, de la cual aprendí mucho pero mi vida tenía otros planes.

El trabajo era genial, ganaba bien y tenía tiempo para las copas de más y el sexo.

Mi impotencia me llevo a aferrarme cada vez más en el alcohol y mi violencia a flor de piel. Tras dos o tres advertencias luego de un estado de ebriedad muy grande, fui despedido del trabajo.

El despido significaba volver fracasado, y con la cabeza gacha.

Mi orgullo y mi ego estaban por el suelo. Fue ahí cuando decidí huir. Irme lejos donde nadie conociera ese "Yo" con el ego tan pisoteado.

Me sentía solo y desmotivado".

Y fue en ese momento, luego de tocar fondo, donde se decidió a viajar...

"Todo comenzó como un escape, me fui a Córdoba Argentina a ver a “La vela Puerca”.

La primera semana todo fue rock and roll, sexo y alcohol.

A las 2 semanas, mi viaje comenzó a cambiar. Empecé a conocer gente que me fue guiando hacia otro camino.

Me fui dando cuenta de lo amable que es la gente y de lo lindo que es recibir amor de “desconocidos”. Solo me deje llevar.

Todo empezó a tomar rumbos muy increíbles, se sentía como estar viviendo una película.

Raquel y Lorenzo fueron los que empezaron a regar mi semilla espiritual.

Lorenzo, tenía la particularidad de sanar con las manos. Me contó que no sabía cómo, ni porque, pero simplemente ponía sus manos en las personas con algún tipo de dolencia o enfermedad y en la mayoría de los casos sanaban. Lo iba a visitar gente de todas partes. Eso fue algo que siempre me quedo resonando. Su pasaje de vuelta a Europa salía en una semana desde Asunción, Paraguay donde habían tenido por sus anécdotas una experiencia inolvidable con una pareja de seres iluminados - Pipo y Agua - que vivían en la selva.

Mi sorpresa fue tremenda cuando decidieron invitarme a conocerlos. Se hicieron cargo ellos de los gastos de mi pasaje. Sin dudarlo, acepté.

Esa fue la primer muestra de la bondad amorosa que recibí a lo largo de mi viaje.

A los 2 días estaba en Paraguay, ayudando a Pipo y Agua con los preparativos de un Temazcal. Ceremonia que hasta el momento, no tenía idea de lo que era.

Me encontré a esas personas en una choza de barro y paja en medio de la selva, con su hijo de 2 años (Toto).

Para mí era todo muy surrealista. No entendía cómo podían vivir ahí, sin “nada”. Solo de los que le daba la "Pacha". Todavía puedo recordar sus miradas. Lo único que transmitían era PAZ y AMOR. Ahí entendí que lo tenían todo.

Estuve 3 meses recorriendo Paraguay y cruzándome con personas inolvidables, sin plan y viviendo apartado del tiempo. Se sentía una libertad muy agradable."

Caminos y personas inesperadas, en momentos precisos y perfectos lo fueron llevando de Paraguay a Brasil, de Brasil la vuelta a a Uruguay y de Uruguay, luego de encontrarse con los suyos, la vida lo llevó a un nuevo viaje hacia lo desconocido. La Patagonia Argentina.

“…baje por Neuquén, Zapala, Moreno, Villa Pehuenia, San Martín de los Andes, Villa la Angostura y Bariloche. Fue ahí, donde decidí buscar trabajo y permanecer allí un tiempo.

Trabaje en un bar y viví todo el tiempo con mi amiga Berta, una señora de 82 años. Sin lugar a dudas, una experiencia increíble.

Fue allí donde se me empezó a despertar la curiosidad por el YOGA, técnica que hacía tiempo me venía resonando, pero tenía la certeza de que llegaría en su momento.

A los 3 meses y guiándome por mi instinto sentí que tenía que volver a Córdoba y así fue.

Seguí mi ruta para el Chaco, luego Salta, Jujuy, pase a Bolivia, Potosí, La Paz, Copacabana, todo en menos de dos meses.

El cambio de Argentina a Bolivia fue duro. Fue ahí cuando me di cuenta que estaba corriendo sin rumbo y no sabía de qué.

Tenía ganas de volver pero quería seguir. No me escuchaba sinceramente. Cuando llegue a La Isla del Sol ya estaba muy incomodo conmigo mismo. Me sentía muy solo. Era tiempo de volver a casa.

Dos meses después estaba volviendo a Bariloche. Llegué y en menos de 4 días empecé a trabajar en una cervecería por la temporada.

Una semana más tarde me estaba iniciando en el REIKI y con esta propuesta , las palabras energía, manos y misterio vinieron a mi mente.

Paralelo a esto seguí tomando clases de YOGA".

Trasladar todo lo aprendido a la vida diaria, fue lo que cambió su vida y su manera de ver el mundo.

"...todo fue tomando su rumbo y casi sin darme cuenta me había adentrado en un camino increíble. Un camino espiritual hacia mis adentros..."

"A unas pocas semanas de despedirme de Bariloche y seguir ruta me ofrecieron una capacitación de Masajes Tailandés con Yoga. Un Belga venia para dar la capacitación del primer nivel. Lo tome sin pensarlo. Nunca me imagine que ese hecho cambiaria mi vida por completo. Fue como encontrar la manera exacta de trasmitir lo que sentía, de trasmitir mi forma de vivir...”

Hoy Manu, sigue recorriendo parte de Uruguay, Brasil y Argentina, llevando a cada rinconcito del mundo, todos sus conocimientos y experiencias para crear consciencia en cada ser al que llega a través de la sanación.

Combinando técnicas de Yoga, Masaje Tailandés y Chamanismo, es inspirador escucharlo por horas.

Sin lugar a dudas animarse a viajar, aventurarse a lo desconocido y la entrega hacia todo aquello que va apareciendo en nuestros caminos, fue la mejor de las oportunidades para cambiar el rumbo de su vida.

"De a poco me fui dando cuenta de que todo lo generamos nosotros, fui entendiendo el funcionamiento de la vida real.

Todo pasa perfectamente cómo tiene que pasar.

Sentí y agradecí en todo momento los cachetazos que la vida me fue dando para que despertara, para que buscara mi verdadero camino.

Vi que todo lo que viví como “negativo” trajo cosas súper positivas

Me fui dando cuenta de todas las barreras imaginarias de la mente que había superado en aquella selva en Paraguay en esa ceremonia.

De la confianza en uno mismo que se enraizó mas con la segunda vuelta, y entender que no era importante donde llegar, ni cuantos lugares conocer, sino estar bien y ser sincero conmigo.

Hoy comienzo a entender de todo lo que somos capaces, de todo lo que nos limitamos.

Hoy comienzo a entender que no somos nosotros, hoy comienzo a entender quien me guía, quien me mandaba señal tras señal, quien me cruzaba a las personas indicadas en el momento preciso, hoy se que es Dios y que hacemos la voluntad de el, nuestro padre.

Cuando vivimos desde ese amor hacemos la voluntad de Dios, la voluntad del amor, lo que damos y recibimos es amor.

Recorrí mas de 15 mil km, y me di cuenta que el verdadero viaje es interno, la solución es hacia adentro. Tenemos todas las herramientas pare ser felices, es solo cambiar el enfoque, confiar y abrirse..."

Es hermoso que sigamos encontrando en nuestro camino, seres como él. Personas que realmente creen que la vida es un regalo hermoso y que cada uno vino a ella con una misión en la tierra. Cuando nuestra misión está relacionada con ayudar al otro, la satisfacción interna que esto genera, no hay dinero en el mundo que pueda igualarlo.

Agradezco haberte encontrado en mi camino y que sigas iluminando la vida de muchos, inspirándolos a creer en si mismos, a confiar y a valorar el presente como el mejor regalo de cada día.-

"Cierra los ojos e imagina lo maravilloso que sería si la vida fuera un juego... No tendríamos miedo de intentarlo, no tendríamos miedo de soñar.. Imagínate si en ese juego no existieran reglas, podríamos ir en cualquier dirección, no habría metas donde llegar ni salidas donde comenzar, nadie nos juzgaría ... AHORA cierra los ojos y SIENTE: hermano la vida es un juego!!! INTÉNTALO, sólo así recuperaras la confianza.. SUEÑA, sólo así encontrarás la verdadera fortaleza del corazón. No hay dirección donde ir... es simplemente este único y maravilloso momento presente. No te juzgues, permítete sentir, permítete vivir este increíble juego. Permite conectar con tu ser divino... AHORA cierra los ojos y SIENTE..." Manuel C. - Brasil - 23/09/17.

 

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