En mi vida imagine lo fascinante que puede ser viajar por lugares donde viviste antes.
Es como ver con nuevos ojos, lugares y espacios que por mucho tiempo formaron tanto parte de tu vida, que dejaste de mirarlos. Dejaste de verlos.
Estoy en Buenos Aires, el lugar que por 25 años fue mi hogar, pero desde que llegue me siento mas visitante que local.
Amo tener tiempo. Amo tener este tiempo de viaje para ver a mi familia, para estar con mis amigos, con la gente que más amo en el planeta.
Pero lo que mas amo de estar de viaje por mi antiguo hogar, es sentir que ademas viajo a través del tiempo.
Es aquí en donde confirmo que un lugar, nunca es solo un lugar desde el espacio físico, las atracciones turísticas o las edificaciones y plazas. Un lugar es todo lo que vivimos ahí y las personas con las que compartimos ese sitio. Los lugares pasan a formar parte de recuerdos de otros tiempos y es eso lo que los hace tan, pero tan especiales.
Vuelvo desde el centro porteño y por alguna razón el tren se detiene en la estación "REMEDIOS DE ESCALADA".
Creo que si me baje en esta estación una vez, es mucho.
No suelo ir mucho a Capital, cuando vengo de visita, por lo que desde Alejandro Korn, es difícil que pase por acá.
Pero el nombre de esta ciudad, me lleva a mas de un recuerdo en mis viajes por el tiempo.
Eduardo Galeano dice que "... RECORDAR, proviene del latín Re -cordis, volver a pasar por el corazón..." (*)
Y eso me pasa hoy con este lugar.
En mi adolescencia había una canción de Superheroes que siempre me pareció muy divertida:
en Escalada no hay nada en Escalada no hay nada
sera por eso que hoy estamos aqui no hay nadie mas q vos y yo sera por eso q hoy estamos aqui no hay nadie mas q vos y yo hay un disco hay una plaza tambien hay una avenida por donde los coches pasan pero nunca nadie para todos van a capital o se van para ensenada nunca nadie nunca nadie se detiene en escalada por que no hay nada, en escalada (**)
Pero desde hace siete años que Remedios de Escalada, dejo de ser ese lugar donde no había nada.
El tren sigue parado. Miro por la ventana, pero ya hace rato deje de ver esa estación vieja. Estoy viajando a través de mi historia y en ella te encuentro a vos.
¿Que habrá sido de tu vida, después de la última vez que nos vimos?
Recuerdo que en ese tiempo, mis amigas tenían prohibido pronunciar tu nombre.
No recuerdo habérselos pedido, pero seguramente se trató de esos acuerdos tácitos entre amigos, en los que no es necesario utilizar palabras.
Hoy pensarte me dibuja una sonrisa en la cara.
Cada vez creo menos en las casualidades y así como este tren se detuvo en esta estación, yo también necesito parar un minuto para poder poner en palabras lo que siento y así continuar mi viaje.
"GRACIAS".
Gracias eternas e infinitas.
Gracias por todo y por cada cosa.
Gracias por esas sonrisas de ojos achinados, que enternecían a cualquiera.
Gracias por nuestras diferencias de cunas que tanto me hicieron crecer.
Gracias por enseñarme otras caras del amor.
Gracias por mostrarme otras formas de amar.
Gracias por tu música. Los Cafres hace años que suenan distinto.
Gracias por ese recital de Cultura Profética, donde deje de juzgar a la gente que se "drogaba bien"
Gracias por enseñarme a manejar y ayudarme a comprar mi primer y único auto, aunque a veces sigo pensando que era todo un plan para que no siguieras enseñándome en el tuyo.
Gracias por las mañanas en las que me esperabas en la avenida para que no camine sola y los desvíos que les metías a las tardes solo para compartir un rato más el uno con el otro.
Gracias por haberme llevado a lugares a los que jamas volví. Como ese bar que parecía más un parripollo, Colón y Lujan.
Gracias por haber estado en el momento mas duro de mi vida. Por haberme sostenido y levantado literalmente del piso, mas de una vez.
Se que no es usual que las parejas cuando terminen se agradezcan, pero yo hoy no tengo otra palabra para vos, mas que esa... "GRACIAS".
Gracias por haber formado parte de mi camino, en este viaje que llamamos VIDA.
No creo que nos hayan quedado pendientes.
Hoy entiendo que todo fue como debería haber sido.
No hay mucha vuelta que darle. Fue amor en todas sus formas.
Fue amor desde el comienzo.
Fue amor durante.
y hoy comprendo que fue amor incluso en el final.
Se que me llevó muchos años comprenderlo.
Escuchar tu nombre realmente me dolía.
Ver algo tuyo realmente me lastimaba.
Hoy que puedo ver el acto de SOLTAR, como un mero acto de valentía, también quiero agradecerte por eso.
Gracias por haberme soltado.
Gracias por haberlo hecho a tiempo.
Gracias por no haberme dejado opción.
Gracias porque en ese momento, no me quedo otra que volver a encontrarme, re armarme y renacer.
Aun puedo recordar la noche en la que te dije que tenía ganas de irme a vivir a la Patagonia y aun siendo novios, me dijiste que si lo soñaba, tenía que hacerlo.
En ese momento lo tome como una gran falta de interés de tu parte hacia mi.
Hoy me doy cuenta de que la tenías mas clara que yo.
Quizás yo también debería haberte escuchado cuando me contabas que tu sueño era irte de mochilero al Norte, mientras yo, no podía dejar de apuntar hacia el Sur. Ahora que lo pienso, nuestros rumbos desde ese entonces ya marcaban distancias y diferencias.
No quiero ponerme melancólica, pero es que viajar en este tren y la parada obligada en esta estación me llevan a pensar en todas esas cosas.
Gracias. Gracias de verdad.
Gracias por tu amor en todas esas formas.
Porque si no le hubiésemos pifiado, hoy no hubiésemos aprendido.
Se que ninguno de los dos volverá a cometer esos errores que solo vos y yo sabemos como dolieron y cuanto nos castigamos.
Hoy que aprendimos que la confianza y la sinceridad son las bases sobre lo que mas fuerte se construye.
Si no nos hubiésemos soltado, hoy ninguno de los dos estaría cumpliendo sus sueños.
Quizás lo nuestro era un amor de escala. De esos que se transitan para poder dejar un lugar y luego llegar a otro.
Quien sabe.
Lo que se es que así es como tenía que ser, porque por mas doloroso que fuese el final, no podemos negar que fue el puntapié de hermosos comienzos. De esos que cambian la vida de uno radicalmente.
De esos que uno agradece, aunque en su momento no haya entendido el porque.
Así como este tren, que hoy se detiene en una estación, donde supuestamente no hay nada...
(*) Eduardo Galeano - "El libro de los abrazos".
(**)Letra de "En Escalada no hay nada" - Superheroes.